Uno de los autores románticos más relevantes es José de Espronceda. Nace en 1808 en Almendralejo, Badajoz, el mismo año en que comienza la Guerra de Independencia contra Napoleón.
Con sólo quince años, en 1820, ya viviendo en Madrid, forma junto a algunos compañeros una sociedad secreta revolucionaria llamada
Los numantinos. Ya empieza a vislumbrarse su gran compromiso político.
Imagen: Wikipedia.
El ahorcamiento público del general Riego por orden de Fernando VII, tres años más tarde, en 1823, le hacen reafirmarse en sus ideas liberales.Por sus ideas políticas se marcha a Portugal, donde conoce a Teresa Mancha, el amor de su vida, con la que luego se reencuentra en Inglaterra.
No obstante, Teresa Mancha debe casarse en un matrimonio de conveniencia con un comerciante, por lo que Espronceda huye a París para olvidarla. Pocos años después se reencuentran en un hotel de la capital francesa, circunstancia que Espronceda aprovecha para raptarla, un hecho típicamente romántico.
Su relación se convierte en un tremendo escándalo ya que Teresa era mujer casada y tenía ya dos hijos, a quienes abandona para irse con Espronceda. No obstante viven felices en París hasta 1833, año en que, a la muerte de Fernando VII, se firma una amnistía para los exiliados y Espronceda decide regresar a Madrid con Teresa.
En 1836, dos años después de haber dado a luz a una hija en común, Blanca, Teresa Mancha abandona a Espronceda, dejándole a cargo de la niña. La mayoría de estudiosos de su vida reflejan que se da a la mala vida, por lo que muere, enferma dos años más tarde. Espronceda le dedica su
Canto a Teresa, poema biográfico a la que fuera la mujer de su vida y cuyos versos más conocidos son los siguientes:
Aún parece, Teresa, que te veo
aérea como dorada mariposa,
en sueño delicioso del deseo,
sobre tallo gentil temprana rosa,
del amor venturoso
